El 7 de marzo a las 18:00 os invitamos a la segunda parte de la conferencia en línea ‘Lubov Orlóva y Grigori Aleksandrov’, dedicada a la pareja más brillante de la Unión Soviética, para la que no existía el “telón de acero”. La conferencia será impartida por el profesor Vidmantas Silyunas, doctor en Historia del Arte y Artista de Honor de la Federación de Rusia, Jefe del Departamento de la Escuela-Estudio MKHAT (Teatro de Arte de Moscú), y caballero de la Orden del Mérito Civil.

El fatídico encuentro entre Orlóva y Aleksandrov ocurrió en aquellos años cuando el sonido acababa de aparecer en el cine. Sus primeras películas como tándem artístico -“Los alegres compañeros”, “El circo”, “Volga - Volga”, “El camino brillante”- tuvieron un gran éxito no solo en la URSS, sino también en Europa. Su primera comedia musical soviética “Los alegres compañeros” participó en el II Festival de Cine de Venecia.

Orlóva era la actriz favorita de Stalin y Aleksandrov recibía encargos de nuevas películas directamente del Kremlin. La atención constante del generalísimo significaba una vida al borde del estrés, pero tras la muerte del dictador soviético, todo cambió radicalmente.

Todos los que conocían personalmente a Orlóva y Aleksandrov decían que se adoraban el uno al otro. Y, paradójicamente, a lo largo de los cuarenta años de su matrimonio, siempre se dirigían en “usted” entre ellos. La actriz cuidaba con ternura a su director y se preocupaba mucho cada vez que tenía que dejarlo solo por unos días. A pesar de ello, la vida privada de la famosa pareja no dejaba de ser motivo de cotilleos e iba provocando rumores perniciosos.

El 23 de enero de 1975 Lyubov Orlóva llamó a Aleksandrov por última vez desde el hospital y le pidió que venga con urgencia. Al ver a su esposo entrando a su cuarto, le dijo: “Ha tardado en llegar…” y perdió la conciencia. Según Aleksandrov, esta fue la única cosa que le reprochó durante toda su vida.