Tratando de expresar los matices más sutiles de los sentimientos y sus vivencias internas, los poetas españoles del siglo XVII sobrecargaron sus obras con complejas metáforas y comparaciones, creyendo que solo las personas cultas podían comprender el perfecto y maravilloso mundo del arte. Nuestra próxima conferencia tratará de la ambigüedad de la palabra, el misticismo y la percepción ilusoria del ser.

El 22 de junio a las 18:00 horas, en el marco del ciclo de conferencias “La época más mágica del arte español”, hablaremos de los pensamientos y sentimientos de los grandes poetas y filósofos del siglo XVII como Lope de Vega, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián. La conferencia será impartida por el profesor Vidmantas Silyunas, doctor en Historia del Arte y Artista de Honor de la Federación de Rusia, Jefe del Departamento de la Escuela-Estudio Mkhat (Teatro de Arte de Moscú), y caballero de la Orden del Mérito Civil.‍

¿Sabéis qué?‍

El poeta, dramaturgo y prosista español Lope de Vega, que nos regaló más de 400 obras de teatro, es también autor de poemas espirituales y poesía lírica. La novela “Dorotea”, basada en el drama del amor que Lope de Vega vivió a la edad muy temprana, el escritor la comenzó en su juventud y la terminó solo al final de su vida.

Las imágenes metafóricas de Luis de Góngora están sujetas a desciframiento, mientras que sus confesiones de amor parecen criptografía o un conjunto de emblemas. Durante la vida del poeta no se publicó ni un solo de sus libros; los poemas de Góngora han llegado hasta nosotros porque fueron copiados a mano e impresos en antologías.

Nacido y criado en una familia aristocrática, Francisco de Quevedo se hizo famoso por su ingenio y sus cáusticos versos satíricos. El poeta también es conocido por su sensibilidad excepcional y los sonetos de amor, en los que no es tan despiadado sino más bien triste.

El prosista, moralista y teórico de la literatura Baltasar Gracián en sus obras de ciencia y cultura reflexiona sobre la soledad, la riqueza humana y el lugar del hombre en un mundo hostil. Sobre la originalidad del concepto de su novela filosófica “El Criticón” habla el mismo título de la obra: las historias sobre la asombrosa vida heroica o fraudulenta antiguamente solían llevar el nombre del protagonista de la narración.