“¿Cómo una niña moscovita silenciosa y poco agraciada se convirtió en la dueña de las vidas primero de Paul Éluard y luego del gran artista y místico de nuestro siglo Salvador Dalí? Muy sencillo: en gran medida, yo los creé a ambos. Sin sonrojarme, puedo decir que en ambos hay una parte de mí”.
Gala Dalí «La vida, inventada por ella misma»
El 28 de noviembre a las 19:00 horas os invitamos a la segunda parte de la conferencia del ciclo “Mujeres en el arte”, donde hablaremos sobre una de las mujeres más inusuales del siglo XX: Gala Dalí. La conferencia será impartida por Anna Silyunas, historiadora del arte, crítica de teatro y directora de la Fundación Cultural “CdR en Barcelona”.
El mundo sabe de ella solo lo que quiso contar sobre sí misma. Ha llegado hasta nosotros una información sumamente condensada sobre la infancia y adolescencia de Elena Diákonova, la futura Gala, que, al ser examinada con más detalle, resultó estar bastante distorsionada. A los 18 años le diagnosticaron tuberculosis, la cual parece haber sido provocada deliberadamente por la joven Elena, inspirada en la historia de la madre fallecida de Asya y Marina Tsvetáeva, en cuya casa solía pasar mucho tiempo. Una casa donde reinaban Pushkin, Goethe, los libros, el ambiente artístico, la música y los relatos de constantes viajes al extranjero.
En el sanatorio suizo para tuberculosos de Clavadel, adonde enviaron a Elena Diákonova en 1913, fue como si renaciera, y no solo porque se curó. Fue en Clavadel donde conoció a Paul Éluard. No todos saben que, antes de entablar conversación con el joven, Gala ya había averiguado que él era de París, provenía de una familia acomodada, había terminado sus estudios, pero no había tenido tiempo de trabajar debido a su enfermedad; que tenía afectado el pulmón izquierdo, y que el joven escribía poesía. Él le dio un nuevo nombre: Gala, que en francés significa "fiesta"; ella le explicó que él era un genio.
Todo lo que vino después se convirtió en una gran historia. Comenzando con su mudanza a París en plena Primera Guerra Mundial, cuando Gala apareció en casa de los padres de Éluard, con quien aún no estaba casada, mientras el poeta se encontraba en el frente de batalla. Eso sí, la novia había traído consigo desde Moscú un vestido de boda tan inusual como ella misma: de tafetán verde oscuro, ajustado en la cintura, con mangas largas y bolsillos.
Después de la boda, siguieron 12 años de matrimonio, el nacimiento de una hija, en la que ella nunca mostró interés, y una alianza triple: Gala, Éluard y Max Ernst, todo un surrealismo tanto en sueños como en la realidad. Más tarde Gala conoció a un entonces desconocido Salvador Dalí, que era diez años menor que su futura esposa. Tras un romance de tres años, se casaron, lo que llevó al padre de Dalí a desheredarlo debido a la relación escandalosa. Pero esto no detuvo a Gala, quien con un instinto casi sobrenatural reconoció en su nuevo esposo al hombre que inmortalizaría su nombre en cientos de pinturas, firmándolas nada menos que como Gala Dalí.
Sin lugar a duda, Gala desempeñó un papel clave en la formación de Salvador Dalí como artista y maestro del arte de la performance. Gala no solo poseía un excelente instinto para el talento y el éxito, sino que también sabía y le gustaba ganar dinero. Era una creadora, una artista con mayúscula, en la misma medida que sus grandes elegidos. “En la Tierra hay una cantidad inmensa de talentos e incluso de genios, pero no a todos les toca la suerte de encontrar a su Gala; esto lo puedo decir con total certeza y sin falsa modestia”, escribió ella.
A ella le gustaba compararse con un gato, porque “tiene dos características: siempre cae de pie y tiene nueve vidas. La vida me enseñó a caer de pie y levantarme para seguir viviendo. Y también tengo nueve vidas; bueno, más bien, ya he pasado por ocho de ellas. Me queda la novena, que quizá sea la más corta y, por eso, debe ser la más plena. No de acontecimientos, sino de utilidad. Yo […] ayudé a afirmarse a ese joven extraño, Salvador de Cadaqués, de quien todos se reían; le ayudé a convertirse en el gran Salvador Dalí. Y a alguien más ayudaré; a eso dedicaré mi novena vida”.
Hablaremos de todo esto a lo largo de nuestra conferencia el 28 de noviembre.
La conferencia se realizará en la Fundación Cultural “CdR en Barcelona” en ruso con traducción simultánea al castellano. Para tener el acceso a la traducción simultánea del seminario, es necesario contar con auriculares y un teléfono inteligente con la aplicación Zoom.
Participación gratuita con inscripción previa.