A primera vista podría parecer que la fórmula del detective es extremadamente simple: un crimen, su autor, un detective y una víctima. Pero ¿por qué este género, con elementos de thriller o terror, así como con connotaciones políticas, de espionaje o fantásticas, no deja de agitar nuestra imaginación?

El 8 de julio a las 18:00 horas la Fundación Cultural ‘CdR en Barcelona’ y la Universidad Estatal de San Petersburgo os invitan a la conferencia en línea ‘El género detectivesco en el Reino Unido y Francia’, que será impartida por la candidata en ciencias filológicas Nina Shcherbak.

Las reglas de la construcción del detective sirvieron de base para muchos otros géneros de literatura de suspense, pero fueron rechazadas por algunos escritores que hicieron sus propias modificaciones en la singularidad de este tipo de obras literarias, añadiendo detalles de la vida cotidiana (como Simenon), concentrándose en la componente psicoanalítica (como Henry James) o simplemente haciendo hincapié en la narrativa, el lenguaje y la intertextualidad (como Nabokov).

A pesar de que el escritor estadounidense Edgar Allan Poe se considera el autor de las primeras obras literarias que describen crímenes misteriosos, fue en Inglaterra donde el género detectivesco floreció realmente.

Agatha Christie se convirtió en la autora de un nuevo tipo de detective inglés, que no se comparaba ni con las obras lógicas de Edgar Allan Poe ni con el detective bohemio Sherlock Holmes y su método deductivo.

De la pluma de Mary Clarissa Agatha Miller (verdadero nombre de la reina del género detectivesco) surgieron alrededor de 70 novelas, obras de teatro y cuentos, publicados en un tiraje total de unos quinientos millones de ejemplares en todo el mundo. Así, en 1920, apareció en la literatura el belga Hércules Poirot, seguido por la pareja de detectives aficionados Tommy y Tuppence Beresford; al año siguiente, el coronel Race, y después, el inspector de policía Battle.

Diez años después de la aparición de Poirot, "nació" la observadora anciana Miss Marple, famosa por su desmedida meticulosidad. Con Agatha Christie, a menudo la clave para resolver la complicada historia se conoce desde el principio, lo que no impide que sus obras conformen una lectura increíblemente fascinante. 

Entonces, ¿cuáles son las principales reglas de este género y qué obra tiene derecho a llamarse detective?

La ponente

Nina Shcherbak, graduada en Máster de Artes en Gran Bretaña, es profesora en el Departamento de Filología Inglesa y Lingüística Cultural de la Universidad de San Petersburgo, escritora y guionista. Shcherbak también es autora de programas científicos de televisión, quince monografías y libros sobre lingüística, literatulogia, filosofía del lenguaje y literatura inglesa.